miércoles, 8 de diciembre de 2010

Buceadores de combate (y II): Armas ligeras de combate submarino y la UEBC

En esta segunda parte dedicada a los buceadores de combate repasaremos cuáles son las armas ligeras que se han creado para combate submarino y qué tipo de armas de fuego suelen usar habitualmente. Finalizaremos con una aproximación a la Unidad Especial de Buceadores de Combate (UEBC) de nuestra Armada, que se encuentra sumida en un proceso de cambios vitales.
Juan Pablo Lasterra / Fotos: autor, salvo indicadas
* Este artículo incluye 47 imágenes con sus correspondientes comentarios en la edición impresa del número 324.

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Conviene distinguir entre las armas creadas para su uso bajo el agua y las que se usan por todo tipo de fuerzas, sean o no de Operaciones Especiales. De las primeras hay que decir que las fábricas han guardado siempre un gran recelo a la hora de mostrarlas. En una visita a la fábrica de HK en Oberndorf, realizada a mediados de marzo, nos fue imposible fotografiar su pistola submarina P11, de la que se nos dijo que sus características técnicas son un secreto industrial, aunque tales particularidades fueron mostradas hace ya un par de décadas por los propios buceadores de combate alemanes, franceses e italianos, llegando a publicarse en revistas especializadas sus esquemas interiores y modo de funcionamiento, mientras desde la propia HK se llegaba a negar su existencia…

El propio medio submarino y las características de las armas tradicionales impiden el uso efectivo de éstas bajo el agua. Por ello no sorprende comprobar como todos los fabricantes se han fijado en el tradicional fusil con arpón para pesca submarina a la hora de idear sistemas que sirvan para el combate individual en este peculiar ambiente, en el que la densidad del agua es 800 veces mayor a la del aire. De hecho, algunas unidades han optado por equipar a sus miembros con este tipo de arpones, antes de adoptar un arma más cara y complicada de fabricar.

Todas las armas ligeras submarinas están pensadas para la lucha a muy corta distancia contra otros buceadores de combate o saboteadores. Fuera del agua se pueden usar a la hora de abordar un barco secuestrado por terroristas o eliminar a los centinelas de una instalación portuaria, aunque en la superficie carecen de alcance y precisión, ofreciendo a cambio la ventaja de ser muy silenciosas.
Si hoy se siguen fabricando tales armas es porque tienen una venta que, aunque discreta, nos indica que se utilizan operativamente. En HK pudimos saber, por ejemplo, que siguen recargando la P11, aunque en los últimos años parece que no se ha vendido ningún ejemplar.

Mención aparte merecen las cargas submarinas, especialmente concebidas para hundir barcos. Colocadas bajo la línea de flotación pueden dejar inutilizado un moderno buque en cuestión de minutos. Se portan en la espalda del buceador, colocadas en un arnés especial. Muchas de ellas cuentan con sensores de magnetismo y movimiento que provocan su estallido si se intentan manipular. Algunas, como la UWL DN-E-1 alemana o la EP T1-95 francesa, pesan cerca de 30 kilos aunque al tener flotabilidad positiva tal peso no se siente al sumergirse con ellas.

Primeros desarrollos


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Una visita a los archivos de patentes estadounidenses nos permite ver que la mayoría de sistemas ideados para uso submarino no pasaron del papel. La mayoría de proyectos se extienden en un período que abarca desde mediados de los 60 hasta la mitad de los 80.
El primero de ellos es el revólver ideado por la compañía AAI Corporation, de Maryland, que siempre aportó ideas en los concursos estadounidenses más futurísticos. Los ingenieros Irwin R. Barr y John L. Crichter presentaron en 1967 un arma con empuñadura, disparador y martillo de revólver, dotada de un enorme cargador cilíndrico rotatorio que hacía las veces de cañón. Los seis proyectiles en forma de dardo se albergaban en sendas vainas selladas que a su vez se colocaban en el interior de un cilindro que se introducía por la boca del arma.

El mecanismo estaba construido para que el agua no dificultase el avance del percutor. La aguja estaba protegida por una cámara sellada y contaba con un sistema de expulsión del agua cuando salía para golpear el fulminante. El disparo provocaba la ignición de los gases que impulsaban al dardo fuera de su cilindro y de su cápsula. Tras ello, el cilindro central giraba, volviendo a colocar un cartucho en batería. Una vez vacío el cargador había que pulsar un botón situado en el extremo inferior del cañón para que quedara libre y se pudiera colocar otro municionado.

En 1973 John L. Crichter y AAI vuelven a intentarlo con otra patente, ésta con un modelo que abandona la apariencia de revólver para tomar la forma de, no hay otra manera de definirlo, un secador de pelo… La idea del cañón cilíndrico en el que se introduce un cargador de similar figura alimentado a su vez con seis dardos sellados en sendos proyectiles se mantiene, aunque la carga se efectúa por el lado izquierdo del cañón, provisto con una tapa que permite tal acción. Una palanca lateral permite la apertura de esta puerta. Debajo de la palanca hay una rosca que permite poner el arma en seguro. El mecanismo de disparo se pule más, pues esta vez tanto martillo como percutor están completamente a cubierto.

En 1975 Franklin A. Monson y Kenneth E. Mueller, también de AAI Corporation, patentaron un nuevo dardo para uso en este tipo de armas, alegando que los proyectiles en forma de flecha y arpón carecían de propulsión, precisión y energía terminal. La cabeza del dardo es frustocónica, es decir, forma un cono hasta su extremo final plano. La base es también cónica y en ella se han colocado cuatro aletas en una disposición de paredes paralelas opuestas que aumenta su velocidad, alcance y penetración. Se estima que este dardo es eficaz a profundidades de hasta 27,5 metros y su alcance llega hasta los 9 m.

Otros diseños estadounidenses


Séis años después aparece sobre el papel una nueva pistola submarina, esta vez inventada por W. Lincoln Barr, de Oklahoma. Su diseño recoge elementos de las armas antes mencionadas, ya que su cargador cilíndrico se introduce por la boca del arma, que sigue asemejándose a un secador de pelo. Los dardos que dispara tienen una cabeza cónica de un diámetro mayor que el cuerpo de los mismos. En la base de la cápsula en la que están sellados se encuentra la carga que los impulsa.

El diseño del cargador y del mecanismo de disparo es mucho más complejo e interesante. El cargador cuenta con una cámara principal y otra auxiliar y con dos percutores. Al pulsar el disparador se activa el percutor principal, colocado frente a la cámara principal. Una combinación de mecanismos hace que el impacto del percutor y los propios gases generados a la hora del disparo bloqueen e impidan el movimiento accidental del percutor auxiliar.

Pero en el caso de que no haya proyectil en la cámara principal tal mecanismo queda desbloqueado al no existir estas fuerzas, permitiendo actuar al percutor auxiliar, que, alineado frente a la cámara secundaria, actúa sobre ésta y su proyectil. Por esta misma razón, cuando la cámara principal está vacía, la auxiliar contiene aún otra tanda de proyectiles listos para el disparo. El total de dardos que contenía este peculiar mecanismo era de once, número no alcanzado por ninguna otra pistola de este tipo.
El registro estadounidense de patentes sigue alegrándonos la vista y la imaginación con un proyecto presentado por John C. Phillips y Michael D. Nobel en 1979. Se trata esta vez de un arma accionada por cerrojo manual, con cargador de petaca separable, en el que se alojan unos proyectiles con un cuerpo que recuerda las vainas y ojivas de munición para pistola, pero rematado por un detonador que activa una pequeña carga explosiva al impactar con el blanco. Se estimaba que podían ser efectivos contra tiburones y veían entre su posible clientela no sólo a las tripulaciones de barcos, sino también a los pilotos de aerolíneas comerciales y de fuerzas aéreas militares.

El mecanismo de disparo es similar al de un fusil de cerrojo. La nota más interesante del cargador es que los inventores proponen que sea transparente a fin de poder ver la munición que queda en él. La munición sí resulta muy interesante, ya que el proyectil se encuentra envuelto por dos anillos que permiten su correcto paso por el cargador y por el cañón. Como dijimos, cuenta con una espoleta detonadora situada en la punta. Al hacer contacto con el blanco retrocede hacia el interior, haciendo detonar un fulminante que activa una pequeña carga explosiva.

Cohetes bajo el agua


En 1983 aparece otro curioso sistema para buceadores militares. Se trata de una pistola lanzadora de cohetes submarinos de alta velocidad, inventada por los hemanos Kenneth y Anthony Culotta. Utiliza la ignición eléctrica, sistema sobre el que se basa la P11 de HK de la que luego hablaremos. El proyectil se introduce por la boca del cañón al igual que se colocan las granadas para bocacha de fusil. Los conectores, cables y mecanismos de disparo están sellados contra el agua, lo mismo que las dos baterías alimentadoras que se alojan en el interior de la empuñadura. Al apretar el disparador la corriente eléctrica activa una pequeña carga de ignición que ponen en funcionamiento el motor del cohete. Al mismo tiempo se arma de forma automática la cabeza de guerra.

El cañón cuenta con tres guías que ayudan a la propulsión del cohete y con una salida de gases pensada para que el arma tenga un retroceso reducido. Al contactar con el blanco la espoleta activa su carga interna y se produce la explosión. Esta pistola cuenta con seguros eléctricos y mecánicos. Como ayuda al tiro, los elementos de puntería delanteros y traseros son abiertos y se pueden iluminar gracias a la propia corriente eléctrica.

Para acabar con este panorama de armas que nunca vieron la luz hablaremos del “arma multi-tiro de supervivencia submarina” parcialmente desarrollada por Manuel Castro Jr. Y Bruce Bush en 1988. Los primeros esquemas del arma mostraban un cilíndro caracterizado por ser desmontable, rotatorio y de giro manual, unido a una larga asa de transporte. Este cilindro tenía séis cámaras para proyectiles, aunque en la hoja de la patente no se termina de explicar completamente su puesta en funcionamiento.

La misteriosa HK P11


En Europa HK trabajaba desde 1973 en un diseño propio. La capacidad e inventiva de los ingenieros alemanes y el presupuesto que les otorgó la empresa iban a tener como fruto la pistola submarina P11. Sus características técnicas son consideradas aún hoy como un secreto, aunque diversos medios italianos, franceses y alemanes mostraron en los años 90 las intimidades del arma, precisamente porque les fueron reveladas por las propias unidades que las utilizaban.

La P11 sigue varias de las pautas marcadas por algunas de las armas antes expuestas, como tener un cargador cilíndrico, que se inserta en el armazón de polímero, y una puesta en funcionamiento mediante un sistema piezoeléctrico. El disparador, de doble acción, está unido a las baterías mediante un cilíndro que contiene en su interior el interruptor. Sus proyectiles, unos dardos de calibre 7,62×36 con aletas giroestabilizadoras, obtienen su propulsión inicial por un componente que algunos autores identifican con fuel sólido. La alimentación del sistema se realiza mediante dos baterías de 9 V alojadas en un compartimento estanco en la empuñadura.

El alcance eficaz bajo el agua no supera los 15 metros, mientras que en superficie sería de 30. Pese a poder llevar varios cargadores de repuesto, de su recarga una vez usados hay que olvidarse por completo, ya que el cilindro debe enviarse a la fábrica para que la operación se efectúe allí, lejos de miradas indiscretas. Para verificar el estado del arma se debe emplear un cable, un cargador y un medidor específicos. El primero se inserta por uno de sus extremos en la empuñadura gracias a un conducto situado junto al cerrojo que asegura y bloquea el cargador en la empuñadura.

El cargador inerte de evaluación se inserta en el arma de la forma antes citada. El otro extremo del cable está unido a este cargador, el cual tiene en su parte superior un botón de encendido. Pulsado éste el arma se dispara a continuación en seco. Una pantalla integrada en el cargador inerte proporciona una serie de datos sobre el estado de las baterías y sobre cualquier interrupción que hayan podido tener los circuitos, en cuyo caso hay que enviar el arma a HK para su revisión.

Pese a sus inconvenientes, la P11 se se ha vendido en Alemania (Kampschwimmerkompanie, Kommando Spezialkräfte y GSG9), Francia (Commando Hubert y Service Action de la DGS), Italia (Comsubin), Dinamarca (Fromandskorpset), Reino Unido (SBS y SAS), Israel (Shayetet 13), Estados Unidos (SEAL y Special Operations Group de la CIA), Holanda (SBS) y Noruega (Marinejaegerkommando).

Un arma desarrollada en secreto


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Al mismo tiempo que surgía la P11 en Alemania y que en Estados Unidos se ideaban sobre el papel complicados sistemas, en la Unión Soviética se estaban gestando en completo secreto una serie de armas ligeras submarinas que resultaban mucho más fiables y sencillas de usar, precisamente por su rusticidad. Estas armas no verían la luz pública hasta 1993, extinta la U.R.S.S. y el Pacto de Varsovia, al ser presentadas por TsNIITochmash durante una feria internacional de armas, con idea tanto de mostrar los inventos de la industria bélica rusa como de ampliar el número de clientes en todo el mundo. La apuesta debió salir bien, ya que de tiempo en tiempo la firma rusa presenta nuevas variantes de estas armas, las cuales han encontrado clientes en países como India e Indonesia, aunque probablemente también han sido adquiridas discretamente por otras naciones antaño opuestas a la Unión Soviética.

La Spetsialnyj Podvodnyj Pistolet SPP-1, o “pistola especial submarina”, fue desarrollada a finales de los 60 para uso por parte de los Spetsnaz soviéticos y de los buceadores de la armada, entrando en servicio en 1971. La idea no era simplemente combatir contra otros buceadores de combate, sino eliminar también los delfines entrenados por algunas armadas para atacar a los propios buceadores soviéticos. El diseño de la SPP-1 fue obra de Vladimir Simonov, sobrino del creador de la famosa carabina SKS. Se trata de un arma de cuatro cañones integrados en un conjunto basculante que permite cargar en ellos unos dardos del mismo modo que se insertan los cartuchos en una escopeta.

El disparador es de doble acción y la aguja percutora es rotatoria, de modo que se va alineando con cada disparo con uno de los cuatro cañones. Una vez disparados los proyectiles, las vainas se extraen manualmente de una sola vez, ya que van unidas por una pieza de plástico. Para ello se coloca el selector en la posición superior de carga, lo que desbloquea el seguro de cierre, se sacan las vainas y se insertan nuevos cartuchos. Después se cierra el arma y se coloca el selector en la posición intermedia de seguro (bloqueando el muelle del percutor y el disparador) o, en caso de querer abrir fuego, en la inferior de disparo.
El disparador está conectado mediante una palanca al muelle del percutor, por lo que cuando se pulsa lo comprime. Conforme se sigue apretando se pone en funcionamiento la pieza que hace girar el percutor, que gira 90º a la derecha. Una vez alineado con el cañón se produce el disparo. El dardo de 4,5×39mm está hecho de acero y su propulsión en el agua viene dada por el fujo de la misma, más que la rotación provocada por su salida del cañón. Este proyectil de 203 grains y con una velocidad en boca de 250 m/s fue diseñado por Pyotr Sazonov y Oleg Kravchenko, quienes en 1983 recibiron un reconocimiento estatal por tal invento.

Dependiendo de la profundidad, el alcance efectivo del dardo ronda entre los 6 y los 17 metros, disparando respectivamente a 40 y a 5 metros de profundidad. Fuera del agua la precisión y alcance del arma decaen rápidamente, no sobrepasando los 50 metros. Cada dardo pesa 13,2 gramos y mide 145 mm. Se integran en un casquillo de 39 mm de altura que contiene la carga propulsora.

Los buceadores de combate rusos están provistos con una de estas pistolas a la que se le asigna también tres estuches conteniendo cada uno de ellos un clip de cuatro dardos. El peso de la SSP-1 descargada se aproxima al kilo, mide 244 mm de los que 178 pertenecen al cañón.
El modelo SSP-1M tiene un guardamano más grande para facilitar su uso con guantes. Ambos modelos tienen elementos de puntería fijos.

El fusil APS


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Los soviéticos acompañaron a esta pistola de un fusil de asalto submarino, ideado asimismo por Vladimir Simonov. Se tomó como base el Kalashnikov, aunque pronto se vio que tenía que ser completamente rediseñado para adaptarse a los dardos submarinos. El resultado fue el Avtomat Podvodnyj Spetsialnyj (Fusil Automático Especial Submarino) APS, aparecido a mediados de los 70 y que mantiene un cierto parecido en su empuñadura, armazón y toma de gases con el AK-74, aunque su cañón carece de estrías y el cargador de polímero es completamente diferente, pues es extremadamente ancho a fin de poder albergar los largos dardos, en este caso de 5,56×40 mm.

Cada uno de ellos pesa 18,5 gramos y mide 120 mm, a los que hay que añadir otros 20 del casquillo. Su velocidad en boca es de 365 m/s y su energía alcanza los 581 julios. Un dispositivo permite regular los gases para ajustar el uso terrestre o submarino del arma.

El APS puede ser disparado tiro a tiro o en ráfaga y funciona con cerrojo abierto dado que el agua debe penetrar en el interior del cañón antes de ser disparado. Dependiendo de la profundidad a la que se use su rango eficaz va de 10 a 30 metros (respectivamente a 40 y 5 metros de profundidad) y fuera del agua puede ser usado hasta distancias no superiores a los 100 metros. Descargado pesa 2,7 kilos y cargado llega a los 3,40. Mide 823 mm con la culata desplegada y 614 con ella plegada, siendo de 508 mm la longitud de su cañón. El cargador alberga 20 proyeciles y la capacidad de fuego en automático es de 350 d/m. bajo el agua y de 600 fuera de ella.

Actualmente se están desarrollando nuevos modelos con configuración “bullpup” como el ADS, para este mismo proyectil. A mediados de los 90 se crearon varios prototipos de un fusil llamado ASM-DT Morskoj Lev (León Marino), cuya principal característica es que tenía brocales separados para los cargadores del APS y para los de 5,45×39 del AK-74 y un cañón adaptado para disparar ambos. Este fusil anfibio era demasiado complicado y de uso muy específico como para tener éxito.
La industria rusa cuenta además con dos lanzagranadas pensados para atacar desde un buque o un puerto a buceadores de combate enemigos, disparándoles granadas con un mecanismo preprogramable que hace que estallen a una determinada profundidad. Su nomenclatura es DP-61 (de 55 mm) y DP-64 Nepryadva (con dos cañones superpuestos de 45 mm). Los efectos mortales bajo el agua de las granadas son ocasionados por la sobrepresión más que por la propia fragmentación de las granadas, las cuales se encuentran disponibles en versión de alto explosivo y marcadora.

Armas convencionales


Muchos modelos de armas convencionales cuentan con versiones específicas para resistir el desgaste corrosivo de su uso en agua salada. El acabado especial marinizado alarga la vida útil de las mismas, aunque algunas unidades prefieren utilizar modelos estándar para evitar los reflejos de las que tienen acabado inoxidable. Comentaremos aquí, y refiriendonos de nuevo a nuestra reciente visita a HK, que el modelo MP5-Navy, creado por petición expresa de los SEAL estadounidenses no cuenta con acabado marinizado, sino que la modificación llevada a cabo consistió símplemente en la adición de un selector ambidiestro con modo de fuego en semiautomático y en automático.

Sirva esto para corregir la incorrecta información que quien estas líneas escribe u otros autores hayamos podido cometer en algunos artículos, dado que la información que en un principio se transmitió desde Estados Unidos hacía pensar en que el subfusil MP5-N contaba con tal tratamiento desde la fábrica y no que éste fuera opcional como así ocurre en realidad. En algunas unidades he podido oir esta misma y equivocada afirmación. Tal vez por ello he visto algunos MP5-N que, pese a haber sido recibidos tan sólo unos meses antes por la unidad que los tenía en servicio, mostraban ya claros signos del efecto del agua marina en su acabado superficial…

SIG Sauer cuenta con el fusil de asalto compacto modelo 552 Commando, que comenzó publicitándose precisamente como un arma para este tipo de combatientes, aunque después haya sido utilizada por equipos antiterroristas policiales de todo el mundo debido a su precisión, poca longitud y resistencia. En cuanto a los fusiles de precisión, destaca el uso de aquellos con caja de polímero, como los Sako de la serie TRG o los Accuracy International AW, ya que los de caja de madera sufren rápidamente alteraciones causadas por el agua y hasta la simple humedad.

Al igual que sucede en otras unidades de fuerzas especiales, los equipos de buceadores de combate operan en grupos reducidos, muchas veces sin apoyo de fuego inmediato, por lo que cuentan con una nutrida selección de armas cuando actúan, a diferencia de sus congéneres de la Segunda Guerra Mundial, quienes en muchas ocasiones iban desprovistos de armamento para maximizar su movilidad bajo el agua. La obligación de desplazarse durante largos períodos de tiempo en zonas como Afganistán ha traido consigo que los buceadores de combate vayan adoptando armas tales como ametralladoras pesadas, lanzagranadas automáticos o lanzacohetes portátiles, instalados en los vehículos terrestres.

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En las embarcaciones rígidas de muchas unidades vemos también instalados este tipo de armas e incluso lanzamisiles como los famosos Milan, ya que sirven tanto para atacar otras embarcaciones como para tratar objetivos en tierra. Con respecto a los complementos de ayuda al tiro, los catálogos de los principales fabricantes de ópticas y linternas (Trijicon, Aimpoint, EOTech, Sure Fire…) cuentan con variantes sumergibles de sus principales productos, cuando no piezas especialmente concebidas para tal uso. En el campo de la munición se han llegado a crear proyectiles especialmente pensados para armas que vayan a ser utilizadas en medio acuático. Un ejemplo es la Dive de 9×19 mm fabricada por Gold Dot.
La discreción y el silencio son las principales armas de los buceadores de combate, por lo que, del mismo modo, las armas con supresor integral o desmontable ocupan una buena parte de los armeros. Las ballestas fueron utilizadas durante los años 70 y 80 por numerosas unidades a lo largo de todo el mundo como los SEAL estadounidenses, los Commando Marine galos, los comandos anfibios argentinos o incluso la UEBC española, que utilizó la Barnett Commando, aunque con el tiempo se ha visto que no es un arma operativa por su falta de precisión, su tiempo de puesta en funcionamiento y el hecho de que sólo pueda disparar una flecha antes de tener que ser recargada de nuevo.


La UEBC "Comandante Gorordo"
bcombate98Nuestra Armada cuenta todavía con la Unidad Especial de Buceadores de Combate “Comandante Gorordo”, acuartelada en la Estación Naval de La Algameca (Cartagena). La UEBC fue creada de forma experimental en 1967 por el Comandante de Infantería de Marina Antonio Gorordo Álvarez y tres años después estaba ya operativa. En la actualidad la UEBC se encuentra inmersa en un período absolutamente crucial para ella, ya que se fusiona junto con la Unidad de Operaciones Especiales (UOE) del Tercio de Armada (TEAR) en una Unidad de Guerra Naval Especial (UGNE), dependiente a su vez de un Mando de GNE a las ódenes del Almirante de la Flota (ALFLOT). El objetivo es estandarizar procedimientos y técnicas de empleo de ambas unidades para conseguir una mayor operatividad de las mismas.
En 2010 se comenzará a impartir un Curso de Guerra Naval Especial que será común para los componentes de UEBC y UOE, por lo que ambas unidades podrían pasar a ser una única fuerza. En la actualidad el organigrama del Mando de Guerra Naval Especial se divide en un Jefe de Órdenes, una Jefatura de Órdenes compuesta por secciones de Personal y Logística, de Operaciones e Inteligencia, Sistemas de Comunicación e Información (CIS) y Secretaría y de la UGNE con un equipo operativo de la UOE y otro de la UEBC. Aunque el Mando comenzó a trabajar inicialmente en la Base naval de Rota, desde octubre de 2007 dispone de sus propias instalaciones en La Algameca, a donde se trasladará también la UOE.
En el historial reciente de la UEBC podemos señalar, entre las operaciones que han sido hechas públicas, su participación en la operación Sunrise en Albania (1997), donde fue la primera unidad española en entrar en el puerto de Durres para apoyar a los buques mediante un reconocimiento del puerto y de los fondeaderos necesarios para desembarcar a las tropas de la Legión. Igualmente, se les asignó la misión de reconocimiento de canales de varada y playas, en el caso de no poder utilizarse los puertos y precisar de puntos alternativos para realizar el desembarco. En la operación Alfa Romeo en Kosovo (1999), los miembros de la UEBC realizaron tanto operaciones de seguridad de la Flota como reconocimiento de playas para su utilización bien como punto de desembarco de material para el contingente español, bien como punto de extracción en caso de necesitar evacuar urgentemente al mismo.
El hundimiento del petrolero Prestige en 2002 propició que el nombre de la UEBC apareciese en los titulares de la prensa cotidiana, pues buceadores de la Unidad participaron en las tareas de descontaminación de la zona, retirando residuos sumergidos y reconociendo los fondos marinos. En 2005 la UEBC tuvo que lamentar una baja mortal al perecer en Indonesia el sargento primero Justo Picallo cuando se encontraba realizando tareas de limpieza del sondador del buque Galicia, que se había desplazado a la zona para participar en la operación Respuesta Solidaria. En 2006 se les vio en la cabeza de playa formada en Beirut antes de la llegada del grueso de nuestro contingente de ayuda al mantenimiento de la paz.

Pruebas de ingreso

Para ingresar en la Unidad había que superar unas pruebas que incluían un test médico y psicológico, carreras de resistencia en terreno montañoso, carrera cronometrada de un kilómetro, flexiones en suelo y barra, pruebas de apnea (un minuto sin respirar bajo el agua), de buceo en profundidad a 4 metros, de buceo en longitud (18 metros) y 400 metros de natación a braza.
Tras las pruebas, los admitidos pasaban al Curso de Buceador de Combate que se impartía cada año en el Centro de Buceo de la Armada (CBA), también situado en La Algameca, y que tiene 14 semanas de duración. En el se instruía a los buceadores para realizar misiones de infiltración, reconocimiento de playas, demoliciones submarinas, neutralización y destrucción de instalaciones, ataques a buques y, en general, cualquier otra misión que requiera realizarse por medio subacuático. Las tres cuartas partes del tiempo se utilizaban para realizar prácticas, la mitad de las cuales se efectuaban en horario nocturno para aproximarse a las condiciones reales de una misión.
Los miembros que superaban este curso pasaban a continuación a los de Cazador Paracaidista y de Apertura Retardada impartidos en la Escuela Militar de Paracaidismo “Méndez Parada”, de Alcantarilla, tras el cual continuaban su aprendizaje con otros cursos como el de Señalador Guía, Plegado de Paracaídas, Jefe de Salto, HALO-HAHO, Instructor de Tiro, topografía, supervivencia, comunicaciones, sanidad, desactivación de explosivos submarinos y terrestres…
Es interesante señalar que los miembros de la UEBC estaban preparados para asumir el control de cualquier nave, ya que tenían los conocimientos necesarios para gobernar el puente de un barco, instrucción que se demostraba de enorme valía si la tripulación abordada se negaba a colaborar o hubiera resultado incapacitada por cualquier circunstancia.
Grupos como la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, el Grupo de Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) recibieron adiestramiento especializado en asalto de buques impartidos por la UEBC, la cual mantuvo estrechas relaciones con los SEAL estadounidenses, el Commando Hubert francés, los SBS británicos, el Comsubin italiano, el SAS-SAT turco, el DAE portugués, la Minentaucherkompanie y los Kampfschwimmer alemanes o la Agrupación de Comandos de Infantería de Marina Nº51 chilena.

Armas y materiales


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Además de las armas habituales utilizadas por las fuerzas armadas españolas la UEBC contó con subfusiles Star Z84 y HK MP5A5, escopetas Remington M870 y ametralladoras M60D. Para los asaltos a buques o edificios se utilizaban granadas de luz y sonido, idénticas a las utilizadas por unidades policiales.
Muy interesante resulta la carga amagnética SAES Mila 6C, de diseño y construcción española. Cuenta con 4 kg. de explosivo plástico, un dispositivo de activación por tiempo y sensores antirremoción y de luz para dificultar su desactivación. Para practicar en su uso existe un segundo modelo de entrenamiento llamado Mila 6C/EJ. La SAES se transporta en un arnés especial fijado a la espalda.

Entre el material individual podemos destacar el uso de equipos monobotellas y bibotellas Beuchat. Para las labores de contraminado se utilizó el modelo amagnético Fenzy DC-55. Los equipos de circuito cerrado fueron los Draguer LAR-VI. Para los saltos, los paracaidistas utilizaron el modelo de apertura automática MC1-1C o el de apertura manual MT-1X. Las comunicaciones se realizaban mediante radioteléfonos portátiles Maxon, radios PRC-138 de Harris RC Comunications y RT-9200 PR4G de la Thompson y PC portátiles Kontrol Elektronic.

Otra parte del material la componen los visores nocturnos AN/PVS-5 y AN/PVS-7C, los GPS Magellan y otros avanzados medios de observación y navegación nocturna. Las embarcaciones asignadas a la UEBC fueron lanchas semirrígidas de las marcas Valiant, Zodia y Duarry. A falta de mini-submarinos se utilizaron los propulsores submarinos Farallón Mk-8. Todo este material será homogeneizado con el de la UOE, por lo que aún no se sabe cuáles serán los equipos definitivos que serán usados por el nuevo Mando de Guerra Naval Especial. •