jueves, 25 de noviembre de 2010

La empresa del tranvía contrata vigilantes para evitar robos de cable de cobre

Hay una caseta cada dos kilómetros y los guardas se pasean de una a otra durante toda la noche

 
 
25.112010
Advierten con carteles del peligro de electrocución si se toca la catenaria
La empresa concesionaria de la línea 1, Tranvía de Murcia SA, se ha visto obligada a contratar un servicio de vigilancia para evitar los robos de cable de cobre, un delito muy en boga últimamente en todo tipo de obra pública. Fuentes de la empresa confirmaron a 'La Verdad' que «nos han robado de todo, cable de cobre, tapas de arquetas de servicios y hasta nos han roto la fibra óptica dejando inservible la instalación».
La empresa tiene colocada una caseta de vigilancia cada 2 kilómetros a lo largo de los 18 kilómetros que componen la línea 1 y los vigilantes se pasean por la noche de caseta en caseta para impedir la acción de los cacos.
 
Desde hace un tiempo hay auténticas bandas organizadas, especialmente procedentes del países del Este de Europa, que se dedican a este tipo de robo y luego lo llevan a almacenes ilegales, donde lo funden y lo venden como materia prima. De ahí, que las Fuerzas del Orden Público estén persiguiendo no sólo el robo sino la distribución.
 
Anteayer, sin ir más lejos, la Guardia Civil detuvo en Madrid y Toledo a 36 personas e imputó a otras 11, que ya estaban en prisión, la mayoría rumanos, por robar cable de cobre o recibirlo, en una macrooperación en la que se recuperaron 115 toneladas pertenecientes a las vías del tren de alta velocidad AVE.
La empresa del tranvía advierte, no obstante, que se está comenzando a electrificar el hilo de catenaria. Ya se están colocando carteles que advierten del riesgo de electrocución que puede suponer tocar el hilo por el que ya pasan 750 voltios de corriente eléctrica.
 
Por otra parte, el martes por la noche se realizó, sin incidencias, la primera prueba en un nuevo tramo de recorrido, concretamente entre la parada de Carrefour-Zaraiche y Terra Natura. La prueba se realizó de madrugada -comenzó a la 1.30- para evitar problemas con el tráfico y se llama 'marcha hombre' porque el tranvía circuló a 3 kilómetros hora, es decir, a la misma velocidad que camina una persona.
 
De hecho, además de una persona que acompañaba al conductor en el interior del tranvía, había una treintena de técnicos de la concesionaria, de la dirección de obra y de la constructora, observando todos los detalles de catenaria, distancia entre el vehículo y los semáforos, etc...
Para esta prueba se utilizó uno de los vehículos antiguos , de los de color rojo.