Jueves, 13 de Enero de 2011
Un momento de la reunión entre el comité de empresa de Hadú Almadraba y José Antonio Carracao.
Los trabajadores de la empresa de autobuses creen que en cualquier momento puede ocurrir una desgracia en la línea 8. “Ojalá que la navaja que le pusieron en el cuello a un compañero hace un mes sea un caso aislado”, explican, pero temen cosas peores, porque “cada día nos enfrentamos casi en solitario a los problemas de inseguridad”.
El presidente del comité de empresa de los autobuses Hadú-Almadraba, Juan José Pereila pone voz a los 90 compañeros que es cuchan las noticias, leen los periódicos y “no somos nosotros los que estamos en esas mesas de seguridad y en esas reuniónes, cuando realmente sabemos lo que está pasando”.
Por eso, cuando desde el PSOE se les abrió una puerta para escucharles, no dudaron en acudir ni el PSOE en anunciar que propondrán una iniciativa parlamentaria para que el Gobierno de la Ciudad inste a la empresa que gestiona el servicio a contratar e introducir seguridad privada en el interior de las líneas y en los horarios que el propio Comité de Empresa señalen por su especial dificultad o conflictividad”. Pero desde la gerencia, José María Cuéllar ha explicado que esa iniciativas es “absurda porque nosotros prestamos un servicio público, pago mis impuestos y considero que en ellos ya va incluído el coste de la seguridad”. Cuéllar ha manifestado su preocupación por un tema “grave” que no debe resolverse “asfixiando a la empresa ya que no es competencia nuestra el orden público, sino de otros”.
A los problemas de inseguridad, los trabajadores de la empresa añaden la mala situación de los autobuses, hecho que ha propiciado un nuevo anuncio del PSOE de cara a las elecciones: nueva flota, nuevos diseños en las hojas de ruta e incluso iniciativas como la de crear una línea circular como se ha hecho en otras ciudades siempre “pensando en los usuarios y usuarias”.
Cuéllar: “Yo soy el primero preocupado por un problema muy grave”
El gerente de la empresa habla claro: “Llevo 42 años trabajando y ésta es la peor época de mi vida”. El esfuerzo lo seguirá demostrando día tras día: “Soy el primero preocupado por un problema muy grave que intento resolver reuniéndome con autoridades y responsables pero va poco a poco”, explica. En principio “no está en mis manos pero veo voluntad, pero es complicado controlar a estos malhechores”.
Cuéllar está ya cansado y asegura que los trabajadores deben huir de buscar discordia y saber que él sigue abierto al diálogo y a las sugerencias, pero “la época de crisis es evidente y los conflictos que tenemos en los juzgados están en proceso de resolverse así que hay que esperar y es normal, como en muchas empresas, estas situaciones”. Jose María Cuéllar responde además con un dato a las críticas vertidas sobre la flota de autobuses: “tienen una antigüedad media de 7,35 años y el año pasado adquirimos seis nuevos que se están pagando. Y nuestra tarifa es la más barata del país”.
fuente: http://www.elfarodigital.es/
